El Consejo de Europa urge a sus miembros a atajar la violencia contra las mujeres

El Consejo de Europa urge a sus miembros a atajar la violencia contra las mujeres


-“No podemos hablar de libertad si no existe una igualdad real entre hombres y mujeres”, subraya Rodríguez Zapatero.

-La campaña del Consejo de Europa cifra en 2.400 millones por año el coste de la violencia de género en cada estado.

Madrid, 27 nov. (COLPISA, Arantza Prádanos)
Más que Al Qaeda, más que cualquier terrorismo, más que las guerras. El maltrato doméstico, el acoso sexual, trata de blancas y demás modalidades de violencia contra las mujeres tiene un incomparable poder desestabilizador de cualquier sociedad; las que se presumen democráticas y las que no. La violencia de género es “un menoscabo para la paz, la seguridad y la democracia en Europa”. Lo dice el Consejo de Europa en el frontispicio de la mayor campaña internacional contra una lacra que extiende sus tentáculos por todo el mundo. Los 46 estados europeos agrupados en este órgano de defensa de los derechos humanos y de la democracia parlamentaria se conjuran hasta marzo de 2008 para dar la batalla por sus mujeres.
El Consejo de Europa arrancó este lunes su campaña ‘Stop violence’ en España por el énfasis político y social desplegado aquí en los últimos años contra la violencia de género y por contar con una ley que, sin ser mágica –62 mujeres han muerto este año a manos de sus parejas-, suscita admiración fuera.
La iniciativa del más antiguo organismo del continente nace de una realidad aterradora. En la muy civilizada Europa, una de cada cinco mujeres mayores de 16 años ha sufrido maltrato al menos una vez en su vida, y un 10% ha sido agredida sexualmente. El agresor suele ser un hombre del entorno inmediato, pareja o ex pareja las más de las veces, y las pérdidas económicas –sanitarias, sociales, jurídicas, etc.- de este fenómeno podrían ir desde los 2.400 millones de euros en España a los 3.400 en el Reino Unido, según estimaciones de algunos expertos. Otros cálculos que maneja el Consejo, aproximaciones sin valor real, hablan de un coste global en Europa de 33.000 millones de euros.
En el Senado, donde tuvo lugar la jornada inaugural, Terry Davis, secretario general del Consejo, urgió a los 46 gobiernos nacionales a adoptar medidas urgentes contra esta “violación intolerable de los derechos humanos”. La campaña no pretende alentar el debate sobre la violencia de género, el tema está más que estudiado, sino empujar a la acción directa. Su éxito “se medirá –dijo Davis- no por el número de mesas redondas, sino por las actuaciones concretas que ponga en marcha cada país” al término de estos 18 meses.

Guerra justa

José Luis Rodríguez Zapatero presidió el acto y llamó a todas las “personas decentes”, mujeres y hombres, a librar la guerra, “ésta sí, plenamente justa, contra la violencia machista”. Ninguna sociedad se puede pretender libre y democrática si en ella anida la violencia de género y su ‘madre’, la desigualdad entre géneros, añadió el jefe del Ejecutivo.
Zapatero arrancó su intervención con el recuerdo de Concepción Pérez Prieto, asesinada el domingo por su ex marido en Almasilla (Sevilla). La víctima mortal número 62 en lo que va de año. Para que su muerte no sea estéril, la sociedad debe seguir movilizada, sin ceder a la tentación de mirar hacia otro lado; las mujeres, “reclamar lo que es suyo”; los hombres, arrimar el hombro por la igualdad, y las víctimas, denunciar a sus verdugos y exigir al Estado que las proteja y las ayude. Deben saber que el maltrato de sus parejas “no es resultado de su comportamiento. Que no es un asunto privado. Que no deben ocultarse. Que no son ellas las que tienen que avergonzarse”, apostilló.
Durante la sesión de hoy, en la que tomaron parte más de 300 representantes, oficiales y no gubernamentales de los 46 estados miembros, se escucharon también críticas a las políticas europeas contra la violencia de género. Aunque la mayoría de los gobiernos actúa, hay cierta tendencia a endosar la protección de las víctimas a las ong’s, y casi siempre la financiación es escasa o nula, opina el comisario de Derechos Humanos del Consejo, Thomas Hammarberg.

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